El bienestar emocional está profundamente influido por diversos factores, y la orientación sexual es uno de ellos. En este artículo, nuestra psicóloga Esther Segador Gallego explora cómo la identidad sexual puede afectar la salud mental, analizando los desafíos únicos que enfrentan las personas LGBTQ+ y ofreciendo estrategias para mejorar el bienestar emocional. Entender esta conexión es clave para promover una vida más saludable y equilibrada, tanto a nivel individual como social.
Cómo influye la orientación sexual en la salud mental
Durante los meses de junio y julio se celebra el orgullo LGBTIQ+ (lesbianas, gais, transgéneros, transexuales, bisexuales, intersexuales, queer y el resto de identidades y orientaciones incluidas en el +). Las personas que pertenecen a este colectivo salen a la calle para reclamar un espacio en el mundo para todas las orientaciones sexuales e identidades de género que clásicamente han sido despreciadas y perseguidas. Salen a manifestar sus derechos en la sociedad y a reivindicar que ninguna persona debe avergonzarse de cómo es. Se celebra a través de desfiles con grandes carrozas, conciertos, fiestas…
Ahora bien, no todo es una celebración.
Las consecuencias que puede sufrir una persona que pertenece al colectivo LGBTIQ+, pueden afectar gravemente contra su salud física y mental.
En el presente artículo vamos a hablar sobre cómo afecta la orientación sexual en la salud mental de las personas. Para empezar, es importante conocer cómo se define el término de orientación sexual. La Asociación Americana de Psicología (APA), explica la orientación sexual como una atracción emocional, romántica, sexual o afectiva duradera hacia otros. La orientación sexual que está normalizada por nuestra sociedad es la heterosexual, que se traduce en una atracción hacia individuos del sexo contrario. Sin embargo, la homosexualidad (atracción hacia personas del mismo sexo) y la bisexualidad (atracción a personas de ambos sexos) no son bien percibidas, al menos no al mismo nivel que la heterosexualidad. La homosexualidad y la bisexualidad están relacionadas con mayores pensamientos suicidas, intentos autolíticos, mayor uso de psicoterapia y medicación psiquiátrica.
La orientación sexual se desarrolla a temprana edad
Por factores biológicos, cognitivos y del entorno, no siendo una elección personal ni modificable a voluntad o con terapia. Puede manifestarse en comportamientos, pensamientos, fantasías o deseos sexuales. La falta histórica de servicios de salud adecuados para estas poblaciones, debido a la patologización de las orientaciones no heterosexuales hasta 1990, ha sido evidente.
Por esta razón es importante abordar la salud mental de las personas del colectivo. Diversos estudios revelan que quienes mantienen relaciones con individuos del mismo sexo enfrentan mayores niveles de ansiedad, trastornos del estado de ánimo y abuso de sustancias. Además, revelan que las mujeres lesbianas y bisexuales acuden menos a controles ginecológicos, debido a la falta de uso de métodos anticonceptivos, lo que representa un riesgo significativo para su salud. Ellas consumen más drogas y tienen más relaciones sexuales bajo coacción, resultando en altos niveles de ansiedad y síntomas depresivos. La orientación sexual no afecta directamente a la salud, pero factores asociados a ella sí impactan el bienestar. La discriminación o violencia experimentada conlleva malestar emocional. Liberarse de prejuicios y trabajar la identidad es clave para una buena salud mental.
La homofobia internalizada, el estigma y las experiencias de discriminación y violencia son estresores significativos para las personas no heterosexuales, afectando su salud mental con sentimientos de culpa, problemas sexuales y pensamientos suicidas. La homofobia internalizada daña la autoestima y aumenta el riesgo de depresión. El estigma afecta la percepción de salud y contribuye a trastornos mentales. El ocultamiento de la orientación sexual genera tortura psicológica y mayor probabilidad de ideación suicida.
A continuación, dejamos algunas pautas esenciales sobre cómo ayudar a una persona homosexual o bisexual a que se sienta más comprendida:
- Preguntar por sus necesidades: Escuchar cómo se siente, cuáles son sus miedos, ofrecer un espacio seguro donde la persona pueda hablar abiertamente sobre su experiencia sin ser juzgada.
- Apoyar a la persona: El apoyo y comprensión mejoran la salud mental del individuo, evitando riesgos asociados a la discriminación y promoviendo el bienestar a través de mostrar interés en la experiencia de la persona sobre su orientación sexual. Hay que hacer saber a la persona que su orientación sexual no cambia tu opinión sobre ella, que tu apoyo es incondicional.
- Aceptación familiar: La aceptación familiar es un factor protector importante. Sin embargo, muchas familias conciben la homosexualidad y la bisexualidad como algo negativo, que les lleva a sentir vergüenza o desconcierto hacia su propio familiar. La aceptación promueve el bienestar, mientras que la discriminación familiar puede llevar a la necesidad de abandonar el hogar para expresar libremente la orientación sexual.
- Educación: Informarse sobre las diferentes orientaciones sexuales y los desafíos a los que se enfrentan las personas del colectivo. Entender términos, conceptos y experiencias comunes de discriminación y estigmatización. Intenta romper con mitos y estereotipos negativos. Es crucial educar a la sociedad ayudando a superar prejuicios. Los desafíos inmediatos incluyen eliminar la discriminación, maltrato y violencia mediante cambios legales y sensibilización, desarrollar servicios de salud adecuados, y combatir la falta de oportunidades educativas y laborales para las comunidades LGBTIQ+.
- Proteger de la discriminación: Si es posible, toma medidas para protegerla de situaciones discriminatorias en casa, escuela o en el trabajo.
- Buscar ayuda profesional: Es muy importante si existen sentimientos de culpa, vergüenza, si existe ansiedad o algún malestar acudir con un experto en salud mental para poder trabajar esos sentimientos, la autoestima, la identidad, etc. Además, existen líneas de ayuda y recursos en línea específicos para personas del colectivo. Existen libros y materiales disponibles en bibliotecas y en internet que pueden ayudarle a ver de forma positiva la diversidad sexual. También hay grupos de apoyo presenciales y online donde personas que forman parte de este colectivo comparten sus vivencias, puede hacer sentir a la persona muy comprendida por los demás miembros.