Algunos puntos en los que se basa esta práctica meditativa.
Raro es a día de hoy encontrarse a una persona que nunca haya oído hablar de Mindfulness . Está en boca de muchos y, cada vez más gente está intentando introducir esta práctica en su rutina de vida. Sin embargo, ¿sabemos realmente qué es y en qué se basa?
El Mindfulness o atención plena es un estado mental en el que la persona permanece en el momento presente. Se asocia con una sensación de bienestar y plenitud, y tiene la finalidad de ayudar a reducir el sufrimiento. El cultivo de este estado mental puede hacerse mediante la práctica de la meditación entre otros , cada día más introducida en el mundo Occidental.
A continuación, se exponen algunos de los puntos clave en los que se basa la aparición de la práctica del Mindfulness.
El piloto automático vs la atención en el presente
Si observas tu mente, aunque sea durante un segundo te darás cuenta de que SIEMPRE estás pensando en algo. Pueden ser desde pensamientos trascendentales a la más mínima tontería, pero la cuestión es que tu mente se encuentra en un continuo diálogo interno. “¿Qué voy a hacer después?” “¿Habré hecho bien tal cosa?” “¿por qué esta persona me habrá hablado así?” son algunas de las preguntas que rondan en nuestras cabezas a lo largo de todo el día. Podemos, entonces, ver cómo en nuestra mente aparecen pensamientos que van guiando nuestra vida interior, normalmente alejada de lo que verdaderamente estamos viviendo en ese preciso momento.
Este estado mental, nos lleva a ponernos en modo “piloto automático”. ¿Cuántas veces habremos estado ante un paisaje realmente hermoso y nos hemos centrado más en pensar en nuestros problemas que en admirar la belleza que tenemos enfrente? O bien, ¿cuántas veces habremos salido de casa para ir al trabajo, nos subimos en el coche y, de repente, aparecemos en la oficina sin recordar cómo hemos llegado hasta allí? Estos son algunos ejemplos de este “piloto automático” con el que convivimos día tras día. Y es que es por esto por lo que muchas veces nos olvidamos de lo que íbamos a hacer o nos dejamos cosas en casa, por no poner la atención en el presente.
Por ello, el Mindfulness nos invita a salir de este modo de funcionar de la mente y centrarnos en el presente, en el aquí y el ahora .
Sufrimiento evitable e inevitable
El tema del sufrimiento y del sentido del mismo es algo que ha preocupado a la humanidad a lo largo de toda su historia. Nos encontramos ante dos tipos de sufrimiento: uno evitable y otro que no . Este último, que podría ser considerado también como dolor, es aquel que se produce ante hechos tales como la enfermedad, la vejez, el fallecimiento de seres queridos, etc. Se trata de un sufrimiento que va a acompañarnos siempre, porque es inherente a la condición humana.
No obstante, hay otro tipo de sufrimiento, que es evitable y aparece porque no aceptamos el dolor. En la sociedad que vivimos nos cuesta aceptar la impermanencia, es decir, que las cosas del mundo se encuentran en continuo cambio. En definitiva, como dijo Buda, “El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional”
La importancia de no etiquetar: el camino hacia la aceptación
Probablemente la siguiente pregunta que uno podría hacerse sería: “Pero, ¿cómo aceptamos el dolor?”. El primer paso para llegar a esto y punto principal para la práctica meditativa de Mindfulness es el no etiquetaje . Esto significa que, a la hora de relacionarnos con nuestro pensamiento, lo haríamos desde el no juicio o rechazo (cuidado con el tener, el debería…). Continuamente estamos clasificando todo aquello que pasa por nuestra mente como “bueno”, “malo” o “indiferente”, por lo que habría que salir de esta costumbre y, simplemente, permitirnos nuestra experiencia, sin necesidad de tener que cambiar o modificar algo.
Esta actitud en la que aceptamos la experiencia, siendo capaces de perdonarnos y no maltratarnos lleva al desarrollo del valor de la autocompasión , elemento esencial de la práctica meditativa.
Mindfulness como estilo de vida: sentido vital y valores
El estrés de la sociedad actual nos hace encontrarnos con un ser humano que NO DISFRUTA DE LA VIDA. Vivimos en una sociedad de intolerancia a la incertidumbre, en la que vivimos anclados al pasado o con el pensamiento en el futuro, por lo que estamos siempre pensando, y no precisamente en el presente. Así, incluir la esencia del Mindfulness en nuestro día a día nos lleva a elevar el bienestar.
El Mindfulness ayuda a afianzar nuestro sentido vital , que es aquello que la persona quiere conseguir y quiere transmitir a los demás con su vida. Un sentido de vida sólido nos protege ante sucesos dolorosos ya que muchas veces encontramos un motivo por el que salir a flote. Además, el sentido vital tiene que estar alineado con los valores , que son los objetivos vitales que nos proponemos cada uno, lo que es importante para nosotros y por lo que queremos ser recordados. Por lo tanto, parece importante que, si queremos una práctica de Mindfulness que se mantenga en el tiempo, esta tiene que estar en consonancia con nuestros valores y nuestro sentido vital.
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