Si buscásemos algo que haya sido causante de innumerables rupturas desde hace siglos, estaríamos hablando sin lugar a dudas de los mitos sobre el amor romántico, desde ANPSA y escrito por nuestra psicóloga Sara Reglero, te invitamos a adentrarte en este post que te va a ayudar a descubrir cuáles son los mitos más populares y cómo estas falsas percepciones pueden estar perjudicando tus relaciones amorosas.
Desmontando los Mitos del Amor Romántico: La Realidad Detrás de los Cuentos de Hadas
Antiguamente, cuando aspectos de la vida o la existencia carecían de sentido, los mitos surgían como narraciones maravillosas destinadas a dotar de significado y propósito a la realidad. Estos mitos no solo podían guiar la conducta y las acciones de los individuos, sino también su moral.
A menudo estos mitos, consciente o inconscientemente, se convierten en creencias que influyen en nuestras relaciones, especialmente en el ámbito de la pareja y la familia.
Los mitos del amor han sido aceptados como verdades y se han integrado en nuestro sistema de creencias llegando a ocasionar distorsiones de la realidad y generando en muchas ocasiones expectativas erróneas.
La estructura de la narración romántica es casi siempre la misma: dos personas se enamoran, se ven separadas por diversas circunstancias, obstáculos y barreras. Tras superar todos los obstáculos, la pareja feliz por fin puede vivir su amor en libertad. Sin embargo, esta historia está conformada por ideologías patriarcales, dotando a las personas de roles marcados donde el hombre es el héroe y la mujer es pasiva y espera ser salvada. Esto da una imagen que el amor es incondicional, perfecto y sin problemas, donde todo debe ser sacrificado y eterno, siendo esta la única forma de amor verdadero y válido.
Estas ideas y modelos de la feminidad y masculinidad son la base de gran parte del dolor que experimentamos durante el enamoramiento y el desenamoramiento, ya que se nos vende un ideal que luego no corresponde a la realidad, otorgando roles que a la larga nos cargan de insatisfacción y dolor con nosotros mismos, nuestras relaciones y las expectativas que tenemos hacia ambos.
Ante este planteamiento, vamos a analizar algunos de los mitos más comunes relacionados con el amor romántico. ¿Tú también los habías escuchado?
Estos son los mitos más populares
- Los polos opuestos se atraen:
Quizá uno de los mitos más repetidos al hablar de relaciones sea el de que los polos opuestos se atraen. Es cierto que este tipo de parejas funcionan, pero también es cierto que esto suele ser así solo durante periodos breves de tiempo.
Muchas personas buscan conocer algo diferente y desafiante, y esto se suele buscar también a través de la pareja. Al principio estas diferencias enriquecen y la relación resulta muy emocionante… pero acaba pasando factura. Y es que según expertos, es precisamente eso tan diferente y que tanto te atraía en un primer momento de esa persona, lo que termina convirtiéndose en lo que más te irrita. Se constata que cuanto más diferente es el otro, menor es el grado de empatía, es decir, menos nos pondremos en su lugar y no seremos capaces de entenderle, dificultando la relación.
En conclusión, si los valores, creencias y actitudes se comparten en la pareja, de manera general habrá mayor comprensión y compatibilidad a largo plazo.
“¿Quién dijo que los polos opuestos se atraen? Sí, se atraen, pero nada más; no se comprenden”. -Alberto Fuguet-
- Si no hay celos es que no le importas:
Los celos (aunque sea en pequeñas dosis y “justificados”) se relacionan con el amor verdadero, y muchas veces incluso se perciben como el ingrediente imprescindible para “saber” si nuestra pareja nos quiere o no. La realidad es que amar de manera sana es amar sin dependencias ni enganches emocionales. Este mito nos podría llevar a comportamientos egoístas, violentos y controladores, siendo los celos un problema grave en la violencia de genero. Se trata de un mito introducido solo para garantizar el control y la exclusividad.
Así pues, los celos no son un indicador de cuanto te quiere tu pareja, sino que se trata de una emoción compleja y difícil de sobrellevar para los miembros que constituyen la relación. Al ser una emoción, tiene sus funciones y su porqué, pero desde luego que una de estas funciones no es demostrar el amor que se tiene hacia el otro.
“Celos que tiene de mí le abrasan el corazón y ocasionan mi prisión”. – Tirso de Molina-
- La media naranja:
Esta idea nos lleva a pensar que habrá alguien en el mundo que nos complete totalmente, llevándonos a buscar esa persona “perfecta para nosotros” ya que es la única que nos va a completar. Esto nos lleva a idealizar al otro, creando expectativas acerca de cómo ha de ser y comportarse. Sin duda esa idea creará conflicto, malestar o sensación de fracaso cuando esas creencias sobre cómo ha de ser el otro no se cumplan. Esta fijación por encontrar a la persona ideal a veces puede hacernos tomar malas decisiones o actuar precipitadamente, resultando una falacia ya que podemos enamorarnos y ser felices con diferentes tipos de personas.
“Creer que tu pareja es tu media naranja causa celos, dependencia y desilusión. Dos naranjas completas dan más jugo”. – Cesar Lozano-
- Tener un hijo mejora la relación:
Muchas personas piensan que un bebé pondrá fin a los problemas, pero la realidad es que cuando nace un hijo se pasa de ser pareja a ser padres y esto implica hacer sitio a un tercero. Y no, donde no caben dos, tampoco caben tres.
Y es que cuando nace un niño se deben desarrollar nuevas tareas y funciones relacionadas con el cuidado y la crianza, se deben renegociar relaciones con las familias de origen y amigos, roles y responsabilidades, además de tomar decisiones en común con respecto a esta nueva vida. Todo esto añade presión y tensiones a la ya deteriorada relación de pareja.
Si nos fijamos en lo que recomiendan los expertos: el momento de tener un hijo es cuando la pareja está firme, no cuando se tambalea.
- El amor lo puede todo:
Es una creencia que se basa en que ante los momentos difíciles y las adversidades el amor triunfa al final y que habrá valido la pena pasar por todo eso.
Pero el amor es una emoción y las relaciones de pareja son mucho más que eso ya que también entran en juego valores, expectativas, necesidades, formas de ser…etc. Mucha gente piensa que solo por sentir amor, los demás aspectos de la relación van a fluir solos. Eso no es así, ya que las cosas que dañan una pareja no se van a solucionar simplemente por una emoción; se trata de algo que debemos trabajar.
Estas creencias conllevan mucho malestar y podrían inducir a seguir con una pareja que nos hace mucho daño o a seguir con relaciones que son insatisfactorias.
Además, ¿habías pensado alguna vez qué significa amar?
Para cada persona esto tiene un significado e implica diferentes cosas, así que en realidad las cosas no se solucionan solo por querer a alguien… El amor no lo puede todo.
Todos estos mitos son creencias tan integradas dentro de nosotros que las seguimos como reglas y normas de las que no somos conscientes. Las decepciones, la elección de pareja, cómo vemos al otro y hasta cómo se supone que debería comportarse “el amor de mi vida” podrían estar guiados por algunos mitos románticos. Es esencial cuestionarnos todas estas creencias tan arraigadas que nos condicionan a la hora de relacionarnos y así crear una visión del amor más nuestra, sin limitaciones, expectativas o restricciones basadas en creencias obsoletas.