En diciembre pasado, la Real Academia Española (RAE) sorprendió a muchos al incluir la palabra “poliamor” en su última edición del Diccionario de la Lengua Española (DLE). Pero, ¿qué es el poliamor y en qué consiste exactamente? El poliamor surge como una alternativa a la monogamia tradicional. Describir la monogamia como exclusividad sexual y afectiva y el poliamor como su opuesto sería simplificar demasiado ambos modelos relacionales.
Poliamor vs. Monogamia: Un Debate Cultural
La monogamia, con sus numerosos añadidos culturales, a menudo se vincula con el mito del amor romántico. Este ideal pide que nuestra pareja satisfaga todas nuestras necesidades reproductivas, económicas, sexuales, afectivas, intelectuales y lúdicas. En la práctica, esto puede resultar extremadamente complicado y, a veces, lleva a relaciones de pareja no saludables y desiguales. Por ello, no es raro que personas con una perspectiva feminista cuestionen este modelo relacional.
¿Qué es el Poliamor?
Para entender el poliamor, primero debemos aclarar qué no es. Contrario a lo que algunos creen, el poliamor no se centra en la posibilidad de tener relaciones sexuales con múltiples parejas. Aunque la no posesividad y exclusividad son fundamentales, los pilares del poliamor son la comunicación, honestidad, respeto y responsabilidad afectiva. Esto implica que quienes practican el poliamor comunican continuamente sus sentimientos dentro de la relación, comparten posibles dificultades y establecen acuerdos que se revisan y actualizan con el tiempo.
Poliamor vs. Poligamia y Infidelidad
El poliamor no debe confundirse con la poligamia (un hombre casado con varias mujeres) o la poliandria (una mujer casada con varios hombres), ya que la igualdad es una base esencial del poliamor. Además, no se equipara a la infidelidad, que implica romper el compromiso de fidelidad en una pareja. Aunque puede haber deslealtad en relaciones poliamorosas, esta generalmente implica la violación de acuerdos previamente establecidos.
Dimensiones del Poliamor
Definir el poliamor desde lo que no es puede ser más sencillo debido a sus múltiples definiciones y la naturaleza dinámica de las relaciones poliamorosas. A diferencia de la monogamia, que es un concepto más estático, el poliamor es amplio y adaptable, con jerarquías y acuerdos que varían tanto como las personas que lo practican.
¿Es el Poliamor la Solución a los Problemas de la Monogamia?
Aunque la monogamia puede tener sus fallos, el poliamor no necesariamente es la solución definitiva. Las investigaciones sugieren que no hay diferencias significativas en la satisfacción con la vida entre personas monógamas y poliamorosas. Por lo tanto, ambos modelos relacionales tienen sus ventajas e inconvenientes, y cada individuo debe decidir cuál se ajusta mejor a su manera de vivir en cada etapa de su vida.