Obesidad y regulación emocional

¿Qué es la regulación emocional? ¿Qué relación tienen? 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad es una enfermedad crónica, que se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa y que puede ser perjudicial para la salud. La obesidad aumenta el riesgo de padecer alguna otra enfermedad como por ejemplo: la diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares e incluso algún tipo de cáncer. 

Son muchos los estudios que consideran que la obesidad es un problema multifactorial, es decir son determinantes tanto los factores genéticos, metabólicos, hormonales, sociales, conductuales, culturales como los factores psicológicos, por ello es necesario que la intervención de dicha enfermedad se realice a todos los niveles profesionales. Los psicólogos/as son imprescindibles a la hora de intervenir en la obesidad. Por ello es importante que conozcamos cuales son los déficits psicológicos que suelen presentar las personas con obesidad. No solo los médicos y los nutricionistas deben tratar dicha enfermedad, sino que los psicólogos y los psiquiatras deben trabajar conjuntamente con ellos.  

Existen diferentes aspectos que interactúan entre sí causando la obesidad. Por un lado se encuentran los hábitos alimentarios, como por ejemplo la ingesta calórica o el tipo de comida. Por otro lado, los hábitos del estilo de vida, como pueden ser el sueño, el deporte o la vida sedentaria y por último variables psicológicas de diversa índole como cognitivos, afectivos, experiencias.

Las personas que sufren obesidad suelen presentar una alta comorbilidad con otros trastornos psicológicos como pueden ser: el TDAH (trastornos por déficit de atención e hiperactividad), trastornos de ansiedad generalizada, depresión mayor, TEPT (trastornos de estrés postraumático). Pueden presentar conductas adictivas e incluso trastornos del comportamiento alimentario. El trastorno alimentario que más relación tiene con la obesidad es el trastorno por atracón que se caracteriza por la ingesta compulsiva en poco tiempo y la pérdida completa de control sobre la misma. También existe malestar respecto a los atracones y ausencia de conductas compensatorias.

Como hemos mencionado anteriormente, un aspecto importante de las personas con obesidad son las alteraciones que presentan en el área emocional y motivacional, sobre todo en la autoestima. Las personas con obesidad suelen tener una baja autoestima y esto se considera un factor crítico en el ajuste psicosocial del individuo. Las personas que presentan una baja autoestima suelen presentar hábitos no saludables y una salud mental más pobre. Esta baja autoestima se debe, en gran parte, a la presión social que viven. El patrón estético ideal en la sociedad occidental es ensalzar la delgadez y por ello se juzga y condena a las personas que no lo siguen. Además, se suele estigmatizar a las personas con obesidad como perezosos, vagos y débiles. Todo ello genera grandes problemas en el ámbito relacional. Estas personas presentan grandes dificultades para establecer relaciones interpersonales estables. 

¿Qué es la regulación emocional? Es la capacidad que tenemos las personas para manejar las emociones de forma apropiada. Supone tomar conciencia de la relación entre emoción, pensamiento y comportamiento; tener buenas estrategias de afrontamiento; capacidad para autogenerar emociones positivas, etc. 

Es decir, la regulación emoción consiste en aceptar las emociones y regularlas, lo que incluye: 

  • Regular la impulsividad (ira, violencia, comportamientos de riesgo)
  • Tolerar la frustración para prevenir emociones negativas
  • Presentar comportamientos intencionales (propósitos)
  • Tener conocimiento de las emociones 
  • Tener conciencia emocional. 

Otra característica muy importante que hay que destacar de las personas que sufren obesidad es la dificultad que presentan a la hora de identificar y expresar sus emociones. Muchos autores afirman que: “una característica de muchos obesos es la dificultad para identificar y expresar las emociones, lo cual hace que recurran a comer en exceso”. Esta frase engloba muy bien lo que sufren las personas con obesidad, muchas de ellas consideran la ingesta de alimentos como una vía de escape de la realidad que viven y una satisfacción momentánea. 

Tras observar la estrecha relación que existe entre la obesidad y la regulación emocional, se puede concluir que la obesidad es una patología muy compleja y multifactorial, por lo cual la intervención debe ser multidisciplinar, se deben de realizar tanto tratamientos médicos y dietéticos como tratamientos psicológicos. 

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