Cómo identificar y gestionar el Burnout

Hoy en día, la fina línea entre el trabajo y la vida personal se ha vuelto cada vez más difusa, lo que nos ha conducido a una epidemia de agotamiento emocional, físico y mental conocido como «burnout». En este artículo, exploraremos qué es el burnout, cómo identificar sus señales y, lo más importante, cómo tratarlo para recuperar el bienestar en el puesto de trabajo.

El burnout afecta a millones de personas. Según un estudio realizado por Future Forum en 2023, el 42% de los trabajadores a nivel mundial lo han experimentado. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año, el estrés laboral relacionado con el burnout provoca la muerte de aproximadamente 3 millones de personas en todo el mundo.

El burnout no es solo cansancio o estrés ocasional, sino un estado de agotamiento crónico que afecta tanto a la mente como al cuerpo. Se caracteriza por una sensación constante de sobrecarga y desconexión emocional con el trabajo. A pesar, de que este trastorno afecta a muchas personas en diversas profesiones, es común en ambientes laborales de alta demanda, como la atención sanitaria, la educación y el sector empresarial.

Identificar el burnout a tiempo es fundamental para evitar que el problema se cronifique. A continuación encontrarás las señales más comunes que pueden indicar que puedes estar sufriendo este síndrome:

1. Agotamiento extremo: El cansancio no solo es físico, sino también mental. Te sientes agotado, incluso después de un descanso. A menudo, se acompaña de una sensación de «no puedo más».
2. Sentimientos de desesperanza: Sientes que no importa cuánto te esfuerces, ya que nunca logras cumplir con las expectativas.
3. Desconexión emocional: Empiezas a sentir distancia del trabajo y de los compañeros. Las tareas que antes servían de motivación, ahora parecen vacías o inútiles.
4. Bajo desempeño: Notas que la productividad disminuye, incluso cuando te esfuerzas por hacer el trabajo. El burnout afecta directamente a la capacidad de concentración y rendimiento.
5. Problemas físicos: El estrés prolongado del burnout puede manifestarse en dolores de cabeza, problemas musculares, insomnio o incluso trastornos digestivos.

El burnout no surge de forma espontánea, sino es el resultado de varios factores que se acumulan a lo largo del tiempo. Entre las principales causas se incluyen:

• Sobrecarga de trabajo: La carga de tareas excesiva o la falta de recursos pueden conducir al agotamiento.
• Ausencia de control: No tener autonomía sobre cómo hacer el trabajo o la falta de apoyo por parte de superiores puede generar una sensación de impotencia.
• Ambiente laboral tóxico: Las relaciones conflictivas, la falta de reconocimiento o un ambiente altamente competitivo también son factores que contribuyen a la aparición del burnout.
• Falta de equilibrio: No poner límites claros entre el trabajo y la vida personal, puede llevar a la desintegración emocional.

Superar el burnout es un proceso que requiere un trabajo de autoconocimiento y cambios significativos a nivel personal y laboral. Algunas estrategias que pueden ayudar a sanar y prevenir futuros episodios son:

1. Identificar el problema: El primer paso para superar cualquier desafío es admitir que algo no está funcionando. Es importante no sentirse culpable ni avergonzado por estar agotado. El burnout es un problema serio y reconocerlo te brinda la oportunidad de tomar las riendas para solucionarlo.
2. Establecer límites: Aprende a decir «no» cuando sea necesario. Definir límites, tanto en términos de horarios como de expectativas, es fundamental para proteger la salud mental. Es importante evitar aceptar más tareas de las que se pueden manejar.
3. Descansar: Ya sea tomando unos días de vacaciones o practicando descansos cortos durante el día, es necesario dar espacio a la mente para recuperarse. Es importante aprovechar el tiempo libre para desconectar por completo del trabajo realizando actividades de ocio, practicando deporte o simplemente descansando.
4. Buscar apoyo: Hablar con alguien de confianza sobre lo que se está viviendo puede aliviar la carga emocional. Las relaciones personales son una fuente de energía vital que puede ayudar a recargar las baterías.
5. Reevaluar los objetivos: El burnout puede ser una señal de que los valores y expectativas profesionales no están alineados. En caso necesario, se deben realizar ajustes o incluso considerar un cambio.
6. Practicar el autocuidado: Establecer una rutina de ejercicio físico regular, comer de manera equilibrada, dormir lo suficiente y dedicar tiempo a actividades que sumen es fundamental. El autocuidado no es un lujo, sino una necesidad.
7. Considerar la terapia: Si el burnout ha afectado a tu bienestar, buscar ayuda de un psicólogo puede ser clave para sentirse bien de nuevo.

Aunque superar el burnout es posible, la prevención siempre es más efectiva. Algunas recomendaciones para evitar llegar a esta situación son:

• Mantener un equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal.
• Establecer rutinas de descanso y desconexión.
• Desarrollar resiliencia ante el estrés mediante la meditación, el mindfulness o la práctica regular de ejercicio físico.
• Fomentar una comunicación abierta con tus responsables y compañeros sobre la carga laboral.
• Integrar hábitos que faciliten la desconexión durante el día, como caminar, leer o disfrutar de actividades que resulten placenteras.

El burnout es un desafío que no debe tomarse a la ligera. Es un proceso complicado, pero reversible si se aborda con las herramientas y el apoyo adecuado. Es importante identificar las señales de agotamiento y actuar de inmediato para tomar las riendas y recuperar el bienestar.

Escucha a tu cuerpo y a tu mente: si sientes agotamiento constante, es momento de parar y cuidarte. Y si necesitas apoyo, llama al 918 261 784. Desde la Asociación Nacional de Psicólogos en Acción de España estaremos encantados de ayudarte.