Si buscamos en la RAE la definición de mascota, las dos primeras entradas recogen:
- Que es un animal que sirve de talismán, es decir, que trae buena suerte.
- Que se trata de un animal de compañía.
Ambas definiciones no podrían ser más apropiadas, y vamos a tratar de explicar, en este artículo, la forma en que desde la ciencia se ven avaladas.
Debemos tener en cuenta la premisa que, para tener mascotas, es preciso considerar algunos factores como el sistema inmunológico de la persona que quiere adoptar así como otras obligaciones legales que se deben cumplir. Además, pueden acarrear una serie de aspectos negativos como los daños a los bienes materiales, mordeduras o arañazos que no se pueden obviar. Sin embargo, tener una mascota aporta una serie de beneficios tales que podemos considerar que sobrepasan con creces todos estos aspectos, y esos aspectos son los que vamos a trasladar a continuación.
Podemos resumir los beneficios de tener una mascota en varios puntos:
- Son un factor protector contra enfermedades cardiovasculares.
Aunque el esfuerzo físico que supone sacar a una mascota a la calle, especialmente en el caso de los perros, sea mínimo, contribuye a una mejor salud física. Esto, a la larga, previene de enfermedades cardiovasculares, infartos e ictus. Además, actúan como reductores de estrés, lo cual también contribuye a una mejor salud física.
- Soporte psicológico.
Las mascotas reducen la sensación de soledad, ya que son un acompañamiento incondicional para sus propietarios. Además, aumentan la autoestima y el sentido de responsabilidad de los mismos, ya que, incluso en los casos en los que la persona está más fuertemente aislada, tener una mascota es una razón por la que levantarse de la cama cada día y salir a la calle y vivir.
- Soporte psicosocial.
El hecho de tener que salir a la calle a pasear a la mascota favorece las interacciones con desconocidos, lo cual lleva a que los propietarios se relacionen más con el medio en el que viven. Esto lleva a la creación de redes sociales que contribuyen a que la persona tenga una mayor sensación de bienestar.
Pero esto no acaba aquí, sino que también se ha comprobado que los dueños que informan de un mayor disfrute con su animal de compañía son más abiertos, responsables, amables, empáticos, y tienen un mayor bienestar psicológico y una mayor autoestima.
Pero… cuidado. Tener una mascota también implica estar a la altura de las nuevas circunstancias que se van a generar en tu vida y que tienes que afrontar. Primero tienes que saber integrar a la mascota en el núcleo familiar, mantenerla limpia y aseada, tienes que asegurarte de que tiene un buen sitio en el que vivir, protegida de climas adversos. Igualmente hay que controlar sus contactos con otros animales, darles el correcto tratamiento veterinario y ocuparse de su adecuado comportamiento en cada espacio.
Finalmente, teniendo todo esto en cuenta, tengas o no un animal de compañía, te animamos a que busques siempre rodearte de personas, o animales en este caso, que te hagan más feliz, ya que eso es lo que al final va a contribuir en ayudarte a conseguir un
